Una de las partes fundamentales de cualquier evento es la restauración. Desde la originalidad a la calidad del servicio, sin olvidar, por supuesto, la exquisita calidad de la comida, todo importa. Hoy queremos centrarnos en el primer punto: la sorpresa, la exclusividad. ¿Te imaginas lo que puede ser comer a cinco metros bajo el mar? ¿O en lo alto de un escarpado pico? ¿O en un castillo de hielo?
Bajo el mar
El ITHAA es un restaurante que forma parte de un resort de la Isla Rangali, en Las Maldivas, y que está construido bajo el mar. La estructura es 360º; es decir, miren a donde miren, los comensales se sentirán como La Sirenita; podrán ver mar y fauna marina, y relajarse bajo el agua mientras brindan con champán y degustan un plato exquisito. La carta de este restaurante bajo el mar es tan exclusiva como el local en sí: caviar, langosta, foie…
En lo más alto de la montaña
Imagínate que, para comer, has de subir a 3.842 metros sobre el nivel del mar. Allí, en lo alto de la montaña, está el restaurante de Aguille Du Midi en Chamonix, Francia.
Desde lo alto la Aiguille du Midi ofrece una vista a 360° de todos los Alpes franceses, suizos e italianos. Si usas su ascensor, puede subir a la terraza de la cumbre, a 3.842 m, para descubrir una vista inolvidable del Mont Blanc, mientras disfrutas de algún plato, un café o lo que se tercie.
Un castillo de hielo
¿Qué se debe sentir siendo un vikingo, un rey finés? Podrás descubrirlo en castillo de nieve en Kemi, en Laponia, Finlandia. Este cuenta con un bar y un hotel de hielo, y es un magnífico ejemplo de la obra maestra de los arquitectos y constructores locales.