¿Cómo te imaginas el futuro? Coches autónomos, eléctricos, servicios de 'car sharing'... Y, cómo no, coches voladores. Pues bien, si fusionamos estos dos últimos conceptos, tendremos un resultado no tan futurista. Su nombre es Lilium, y se trata de una 'start up' alemana que pretende ser el 'Cabify' de los taxis voladores. Su puesta en marcha supondrá todo un evento en el mundo de la movilidad.
Fundada por cuatro emprendedores en 2015, Lilium nació en Munich (Alemania) con una patente bajo el brazo: una pequeña nave que puede despegar y aterrizar verticalmente (como un helicóptero), y volar como un avión una vez que está en el aire.
Pues bien, esta empresa acaba de recibir una buena inversión (un total de 100 millones de dólares; unos 84 millones de euros al cambio actual) por parte de inversores de renombre en el mundo de la tecnología, entre los que se incluye el multimillonario cofundador de Skype, Niklas Zennström, y Obvious Ventures, empresa cuyo socio fundador es Ev Williams, uno de los creadores de Twitter y anterior CEO de la red social.
El pequeño coche volador de Lilium es completamente eléctrico (es decir, no emite CO2 a la atmósfera), tiene una autonomía de vuelo de una hora, y es capaz de alcanzar una velocidad de 300 km/h. Los ingenieros de la empresa han testado un prototipo para dos ocupantes, y ahora quieren escalar estas pruebas a un concept para cinco pasajeros. Su batería le conferiría una hora de autonomía, y no sería más ruidoso de lo que resulta una moto actual.
La idea es tener una flota de coches voladores, que darían un servicio de 'car sharing' similar al que actualmente ofrecen plataformas como Uber o Cabify. Estos coches voladores podrían sobrevolar las ciudades y aterrizar en terminales construidas sobre los tejados de los edificios.
Obviamente, los precios que tendrían sus servicios están aún por determinar, pero Lilium está trabajando en la creación de una app que podría servir para llevar a cabo sus planes.
Lilium no es la única start up que está apostando por el coche volador. El cofundandor de Google, Larry Page, está detrás de la compañía Kitty Hawk, que también está inmersa en la carrera por el desarrollo del coche volador.
Otro ejemplo nos llega de un gigante de la automoción como Toyota, que ha querido apostar también por este campo. La marca nipona pretende presentar su coche volador durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokyo. El vehículo será el encargado de encender la llama olímpica.