¿Comer, beber y mantenerse? Sí, es posible. Aunque tu vida social esté plagada de citas, comidas y presentaciones, siempre hay un modo de cuidarse. Eventos, no podréis con nuestro estado de forma...
Organízate
De este modo, tendrás tiempo para todo. Intenta entrenar antes de desayunar o almorzar, y así no interferirán en tus planes de tarde.
Ve a clases superrápidas
Que la falta de tiempo no te deje sin hacer ejercicio. Opta por actividades son cortas e intensas, que te dejarán tiempo libre para ir a todos los eventos que quieras: Tabata, crossfit o spinning, por ejemplo.
Reserva los domingos para cocinar
Haz comidas sanas (guisos, verduras...) que después podrás recalentar para comer o cenar durante la semana. Y ten siempre un snack saludable a mano. Mantener tus niveles de azúcar estables con una manzana o con un puñado de almendras hará más fácil que te resistas a los canapés y dulces que puedan ofrecerte en una presentación a las 12 del mediodía.
Planifica sesiones que te gusten
La falta de tiempo puede ser la mejor excusa para no entrenar; póntelo fácil. ¿Necesitas el subidón de endorfinas que te da pedalear? Coge tu bici. ¿Te encantan las pesas? A por ellas. El hecho de ir al gimnasio es lo más difícil; una vez allí, disfrutarás la sesión.
No te prohíbas ningún alimento
Aunque suene contradictorio, es real. Si eliminas algún alimento de tu dieta, acabarás atiborrándote de él. Y no comer nada en un evento es imposible. Mejor, opta por elegir los platos adecuados. Como norma general, evita los fritos, los que son demasiado ricos en carbohidratos o los que están rellenos de crema, y elige los más sencillos, de carne, pescado, marisco o verduras.
El resto del tiempo, cuídate
Tu organismo necesita los beneficios de una buena dieta. Alimentarte bien a lo largo del día y mantener un orden es una forma de asegurarte las cantidades suficientes de nutrientes, aunque te vayas de fiesta por la tarde. Y recuerda que saltarte alguna comida suele llevarte a comer de más en la siguiente.