¿Te estás planteando iniciar una carrera como organizador de eventos? Si la respuesta es sí, te damos la enhorabuena. Esta es una profesión apasionante, que te puede enamorar (de hecho, si quieres formar parte de nuestro equipo, no dejes de visitar este enlace). Pero, eso sí, antes de decantarte por este mundo, queremos que revises las razones que te llevan a elegirlo; porque podrías decepcionarte. Antes de que eso suceda queremos darte cinco motivos equivocados por los que convertirte en organizador de eventos.
Si alguna de estas ideas era tu objetivo principal a la hora de dar el salto a este sector, mejor busca una alternativa...
1. Por la posibilidad de conocer a celebridades
Te lo advertimos: organizar eventos no tiene mucho que ver con el hecho de codearse con famosos. Aunque es cierto que en muchos actos se dejan ver determinadas personalidades, lo más probable es que la gran mayoría de los eventos que organices no tengan famoseo de por medio.
Así que, ya sabes: si tu intención es salir en el papel 'couché', busca una alternativa.
2. Para poder trabajar con presupuestos infinitos
Fantasear con organizar una fiesta al más puro estilo holliwoodense, con todo tipo de extras y locuras, no es lo más habitual en este sector. De hecho, los eventos suelen organizarse con presupuestos limitados a los que hay que ceñirse, pero sin que ello se note en la calidad final. ¿Qué implica esto? Gran capacidad organizativa, trabajo duro, y mucha, mucha creatividad.
3. Hacerte famoso
Coge lápiz y papel, y escribe el nombre de diez organizadores de eventos famosos. ¿Cuántos conoces? Eso es. Esta profesión es apasionante, reconforta e ilusiona; pero no será tu salto a la primera plana de las revistas.
4. Sin presión
Sacar adelante un evento implica tener una gran capacidad organizativa. Esta cualidad hará que los nervios de última hora estén más controlados, y los imprevistos sean más previsibles. Pero un buen organizador de eventos tiene que saber sobrellevar la presión del 'estreno'; el tiempo, los invitados de última hora, o un sinfín de imprevistos pueden suceder. Por ello, hay que tener mucha cadera, y saber responder a cualquier posible problema de última hora.
5. Viajar a destinos glamurosos
Aunque en muchas ocasiones los eventos se celebren en localizaciones exóticas dignas de revista de estilo de vida, el organizador no disfruta de estos sitios como lo hacen los asistentes al acto. Así que, mientras que tus invitados descansan tomando el sol junto a la piscina del hotel, tú tendrás que estar preparando la siguiente faso del evento, atento a que todo va según tus planes; y, eso sí, disfrutando de la satisfacción del trabajo bien hecho.
Si alguna de estas ideas era tu objetivo principal a la hora de dar el salto a este sector, mejor busca una alternativa...
1. Por la posibilidad de conocer a celebridades
Te lo advertimos: organizar eventos no tiene mucho que ver con el hecho de codearse con famosos. Aunque es cierto que en muchos actos se dejan ver determinadas personalidades, lo más probable es que la gran mayoría de los eventos que organices no tengan famoseo de por medio.
Así que, ya sabes: si tu intención es salir en el papel 'couché', busca una alternativa.
2. Para poder trabajar con presupuestos infinitos
Fantasear con organizar una fiesta al más puro estilo holliwoodense, con todo tipo de extras y locuras, no es lo más habitual en este sector. De hecho, los eventos suelen organizarse con presupuestos limitados a los que hay que ceñirse, pero sin que ello se note en la calidad final. ¿Qué implica esto? Gran capacidad organizativa, trabajo duro, y mucha, mucha creatividad.
3. Hacerte famoso
Coge lápiz y papel, y escribe el nombre de diez organizadores de eventos famosos. ¿Cuántos conoces? Eso es. Esta profesión es apasionante, reconforta e ilusiona; pero no será tu salto a la primera plana de las revistas.
4. Sin presión
Sacar adelante un evento implica tener una gran capacidad organizativa. Esta cualidad hará que los nervios de última hora estén más controlados, y los imprevistos sean más previsibles. Pero un buen organizador de eventos tiene que saber sobrellevar la presión del 'estreno'; el tiempo, los invitados de última hora, o un sinfín de imprevistos pueden suceder. Por ello, hay que tener mucha cadera, y saber responder a cualquier posible problema de última hora.
5. Viajar a destinos glamurosos
Aunque en muchas ocasiones los eventos se celebren en localizaciones exóticas dignas de revista de estilo de vida, el organizador no disfruta de estos sitios como lo hacen los asistentes al acto. Así que, mientras que tus invitados descansan tomando el sol junto a la piscina del hotel, tú tendrás que estar preparando la siguiente faso del evento, atento a que todo va según tus planes; y, eso sí, disfrutando de la satisfacción del trabajo bien hecho.